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Dos atletas no videntes Simon Wheatcroft, inglés y Oren Blitzblau, israelí, se superan en lo que mas les gusta. Simon quiere realizar un duro reto de correr la friolera distancia de 240 kilómetros en nueve días, recorrido que separa Boston de Nueva York. Mientras que Oren compitió con la ayuda de su socio deportivo, Gilad Rotem, quien actuó como su guía en tierra y agua durante la carrera. Blitzblau ganó su primera medalla de oro en la competencia internacional después de obtener las de plata y bronce en competiciones europeas. 

Mientras que a Simon su invidencia nunca le ha puesto límites. El corredor inglés se quedó ciego con 26 años, tras padecer una enfermedad que iba disminuyendo su visión con el paso de los años. En testimonios del propio afectado, asegura que "con 13 y 14 años podía ver lo que todo el mundo veía". No obstante, una enfermedad congénita conocida como 'retinitis pigmentosa' fue absorbiendo su visión.

Prácticamente nada más quedarse ciego, fue a escalar la montaña de California para pedirle matrimonio a su novia. De esta manera, por ello su aventura tiene un mérito único. Correrá, previamente a la maratón, una distancia seis veces mayor a la que le espera en Nueva York, donde correrá por los principales distritos.

A Oren Blitzblau, acompañado de un guía completó el nado de 750 metros en el río Negro, afluente del Amazonas; un paseo en bicicleta de 20 kilómetros; y una carrera de cinco kilómetros todo en 1 hora. Pero el logro es aún más grande. Cuanto más se profundiza en el desafío en Brasil, más se entiende la extraordinaria fuerza de espíritu de Blitzblau y su asociación con Rotem. 

Entrenan juntos desde hace un año, pero la competencia del 11 de octubre fue su primera vez como un equipo. A Rotem, su guía, no le estaba permitido tirar a Blitzblau hacia adelante, pero estuvo en forma para no arrastrar hacia atrás a su pareja.

Durante el nado estaban atados, con Rotem dirigiendo a Blitzblau a medio metro de distancia. En ciclismo - en contraposición a la natación y el atletismo - Rotem realizó un pedaleo junto con Blitzblau formando un tándem en una bicicleta. Blitzblau tiene la ayuda de un perro guía pero su unión de fuerzas con Rotem le permitió realizar sus habilidades atléticas, y hace que sea más fácil para él moverse durante los viajes al extranjero. 

"Hasta ahora nos reunimos sólo para las sesiones de entrenamiento de un par de horas de duración, y nos hizo sentir tan cómodos que me olvidé de que algo lo limita", comentó Rotem. Blitzblau, casado y padre de dos hijos, afirmó que su futuro como triatleta está claro. El mes pasado fue liberado de las Fuerzas de Defensa de Israel después de 20 años de servicio. 

Pensaba dedicarse a la formación para los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro en 2016, pero en Manaos se enteró de que el Comité Paralímpico Internacional decidió que, de cada cinco categorías de discapacidad, sólo tres hombres y tres mujeres serían incluidas en el Paratriatlón. 

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