Síguenos en nuestras redes sociales

El peso de la zapatilla es una de las primeras cosas en las que nos fijamos a la hora de comprarlas. Como ya te habrás dado cuenta, las más pesadas son sinónimo de buenaamortiguación, mientras que en el caso de las ligeras están pensadas para las carreras o entrenamientos rápidos. ¿Sabes cuánto deben pesar tus zapatillas?

Centrándonos en el peso, podríamos hacer una clasificación con tres tipos distintos de zapatillas:

Las de menos de 220 gramos. Están consideradas como las ligeras. Están pensadas únicamente para ocasiones especiales como pueden ser una carrera o un entrenamiento muy rápido y corto o series a un ritmo superior al de la competición. Están recomendadas para aquellos deportistas que pesan menos de 70 kilos. Recuerda que si utilizas un calzado muy inferior a tu peso, tendrás muchas posibilidades de lesionarte ya que las piernas se castigarán mucho más en el impacto contra el suelo.
Las zapatillas entre 220 y 300 gramos: También se encuentran entre las ligeras. Están pensadas para entrenamientos de personas no muy pesadas o para ejercitarnos con una mayor sensación de ligereza de manera circunstancial. Utilizarlas a diario si tu peso es superior a los 70-75 kilos será demasiado arriesgado.
Las zapatillas a partir de los 300 gramos son bastante pesadas, pero cuentan con una gran amortiguación. Están enfocadas a corredores más pesados o que pretendan realizar rodajes largos sin necesidad de castigar tanto las articulaciones.

Está claro que a la hora de correr 10-12 kilómetros no se tienen las mismas sensaciones con una zapatilla ligera que otra más pesada. Con las primeras irás más rápido, pero la sensación de dolor en las rodillas y articulaciones cuando acabes no te la quitará nadie. Por contra, con las más pesadas notarás como la pisada es más confortable, pero al contar con más peso se notará mucho con el paso de los kilómetros y será como llevar un lastre. No podrás moverte con la misma comodidad.

Ante de compraros cualquier zapatilla consultar con el responsable de la tienda y comprobar su peso en Internet. Seguro que te llevas más de una sorpresa si pesas las que tienes ahora en una báscula.

Fuente: http://www.fitnessynutricion.com/

Comparte esta publicación:



Buscar