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Por Karla Martin

karla@santodomingocorre.com

No quiero ser ave de mal agüero, pero así mismo como entrenamos duro para mejorar y ser mas rápidos en nuestra corrida, también corremos el riesgo de lesionarnos. No es que ahora tienes que convertirte en un sicótico que desde que te pica un mosquito en una rodilla pensaras que estas lesionado, sin embargo, debes mantenerte pendiente y escuchar tu cuerpo.

Aquí te dejo una lista de algunas lesiones comunes en corredores. Como evitarlas y en caso de tenerla algunas recomendaciones de cómo recuperarte.

Igualmente, este articulo no busca de ninguna manera sustituir una visita al médico, si sientes alguna molestia, lesión o dolor, lo ideal es acudir a un médico especialista en esta área.

1.FASCITIS PLANTAR

Se trata de la inflamación de la fascia de la planta del pie. La fascia es un tejido fibroso y tenso que recubre a los músculos y se encuentra situada en la planta del pie, se inserta en el calcáneo y se despliega hacia los dedos. Su función es la de estabilizar el talón del pie y la de amortiguar los impactos durante la carrera.

Síntomas: dolor en el talón (calcáneo) o en la misma planta del pie. También se produce dolor a través de la palpación y al caminar de puntillas o sobre los talones.

Causas: un mal calzado, debilidad en la musculatura plantar, pies cavos, un mal cuidado de la musculatura plantar o una hiperpronación de la musculatura del tríceps sural.

Prevención: una correcta elección del calzado, realizando estiramientos de descarga de la fascia plantar y manteniendo una adecuada flexibilidad de la musculatura que rodea el tobillo.

Recuperación: aplicando hielo 3 veces al día y después de la práctica deportiva, aplicando un vendaje funcional en la fase aguda y a través de masajes podales, estiramientos pasivos y fortalecimiento de la musculatura plantar y periférica.

2.SÍNDROME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL

Consiste en el rozamiento continuado de la banda iliotibial sobre el epicóndilo lateral femoral con la flexión y extensión repetida de la rodilla durante la carrera, que provoca inflamación de la zona y dolor, y en ocasiones, puede llegar a provocar inmovilidad por el fuerte dolor.

Síntomas: suele presentarse en forma de dolor o molestia en la parte externa de la rodilla.

Causas: sobrecarga continuada del piramidal y glúteo mayor, acompañado de mucha tensión en el tensor de la fascia lata.

Prevención y recuperación: realizando estiramientos del glúteo mayor, tensor de la fascia lata y piramidal (flexibilidad y descarga), junto con el fortalecimiento de isquiotibiales.

3.DISTENSIÓN O ROTURA FIBRILAR

Consiste en la rotura parcial o total de una o varias microfibrillas o fibras musculares. En función de su gravedad se suelen apreciar tres niveles, el más común para los corredores es la rotura de fibras de los isquiotibiales.

En primera instancia se produce una elongación o tirón muscular provocado por un alargamiento brusco del músculo y superando sus límites fisiológicos. Si después de haber realizado ese movimiento brusco se continúa practicando la actividad, el tirón provocado anteriormente se podría agravar originando una rotura fibrilar, que en función de su gravedad, se distinguen 4 niveles.

Síntomas: dolor fuerte y repentino. Se puede apreciar, a través de la palpación, un pequeño escalón sobre el propio músculo afectado.

Causas: contracciones violentas, descompensaciones musculares (un grupo muscular más fuerte que otro), fatiga excesiva o ausencia de calentamiento, o el impacto de un objeto que produzca una compresión en el músculo.

Prevención: realizando un buen calentamiento, evitando movimientos bruscos y manteniendo un buen estado de hidratación.

Recuperación: para roturas leves se aplicará frío durante las próximas 48 horas. No se debe inmovilizar y el tratamiento de fisioterapia debe comenzarse lo antes posible para evitar calcificaciones. Tras un periodo de reposo de una semana se podrá empezar con actividad física moderada. Para roturas graves es conveniente aplicar frío las posteriores 48 horas, un reposo de un mínimo de dos semanas aplicando masajes a partir de la primera semana y tratamiento fisioterapéutico para acortar el periodo de curación.

4.TENDINITIS ROTULIANA

Las tendinitis más habituales en el corredor son la del tendón de Aquiles (cojera inmediata) y la rotuliana. Esta consiste en la inflamación del tendón rotuliano, una de las zonas más expuestas a sufrir de nuestras piernas y que soporta mucho impacto debido a la articulación tipo bisagra de la rodilla.

Síntomas: dolor directamente sobre el tendón y en las articulaciones de anclaje, también se aprecia dificultad en la movilidad. Dicho dolor suele desaparecer con calentamiento, salvo en las fases agudas dónde el dolor siempre está presente.

Causas: correr en superficies duras, zapatillas en mal estado, calentamiento inadecuado, sobrecargas, aumento del volumen de entrenamiento sin la debida progresión y abuso de correr por terrenos con irregularidades y con acusado desnivel.

Prevención: un correcto calentamiento evitando las sobrecargas musculares y aplicando frío ante cualquier molestia tras acabar el entrenamiento.

Recuperación: reposo absoluto, tratamiento fisioterapéutico de la musculatura periférica, fortalecimiento moderado y, en especial, el fortalecimiento isométrico en extensión de rodilla. Después de su curación, pueden persistir molestias incluso hasta los dos meses.

Fuente: http://www.foroatletismo.com/

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