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Por: Diana Mazara
diana@santodomingocorre.com

 

Desde hace algunos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus aliados vienen alertando sobre las consecuencias del consumo excesivo del azúcar. A través de estudios científicos los investigadores han demostrado que esta sustancia es la principal causa no sólo de la obesidad, sino también de enfermedades crónicas y letales.

Según explica el Dr. Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS, “el azúcar no es necesario desde el punto de vista nutricional. La OMS recomienda que, si se ingieren azúcares libres, que aporten menos del 10% de las necesidades energéticas totales; además, se pueden observar mejoras en la salud si se reducen a menos del 5%. Esta proporción equivale a menos de un vaso de 250 ml de bebida azucarada al día”.

¿Alimento o veneno?

Javier Escalada, especialista en Endocrinología y Nutrición, advierte que una dieta normal sin azúcares añadidos ya contiene la cantidad de azúcar necesaria para funcionar. El resto que añadimos, es muy probable que se acabe convirtiendo en grasa y facilite la aparición de obesidad, diabetes o hipertensión. “El conflicto no está en el azúcar natural que contienen los alimentos de sabor dulce como frutas o lácteos, y no dulce como los cereales, legumbres o verduras, sino en el que tomamos añadido en forma de cucharadas en el café, los dulces, los refrescos azucarados, los helados, los chocolates, los caramelos y los alimentos procesados”, detalla.

Evidentemente, y según explica Escalada, todo dependerá del tipo y la cantidad de azúcar que ingerimos diariamente. Por ejemplo: el especialista indica que el “azúcar bueno”, que es el que está presente en los hidratos de carbono complejos como las frutas, verduras, productos lácteos y cereales integrales, se asimila lentamente, es rico en vitaminas y minerales y se transforma en energía como carburante para las funciones básicas de nuestro organismo.

Por otro lado, define el “azúcar malo”, al que está presente en los alimentos refinados como la pasta, el pan blanco, pasteles, dulces, alimentos elaborados, refrescos, zumos. A su vez, el endocrinólogo señala que éstos se asimilan rápidamente, y es muy “rico” en calorías vacías ya que no contienen ningún valor nutricional. “Como consecuencia de su consumo podemos tener problemas de salud como hipertensión, obesidad o sobrepeso. Es un producto muy adictivo que nos da sensaciones de hambre erróneas que nos pueden llevar a la ansiedad”, sostiene.

Azúcar y actividad física.

Marcela Dumany, Nutricionista del Centro de Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR), destacó que el hecho de que una persona practique una intensa actividad física tampoco la dispensa de consumir altas cantidades de azúcar. “Aunque una persona haga mucho ejercicio, si come o toma una concentración alta de azúcar en un momento determinado, se favorece en el organismo la producción de insulina y, por lo tanto, el azúcar no se utiliza como energía inmediata, sino que se almacena en forma de grasa”, advirtió la nutricionista.

A continuación algunos datos puntuales que debes conocer sobre el azúcar:

1. Es adictivo.

En un estudio publicado en 2007 por la Universidad James Cook, los investigadores descubrieron que las ratas adictas a la cocaína preferían azúcar y agua como recompensa, por sobre la cocaína. Esta intensa euforia proveniente del consumo de azúcar puede ser un factor determinante en nosotros al momento de buscarla en forma obsesiva y con frecuencia.

2. Te engorda.

El azúcar en abundancia pone al hígado a trabajar frenéticamente para recuperar el balance del sistema y rápidamente almacena azúcar como grasa, de manera que tus niveles de azúcar en la sangre e insulina se puedan estabilizar. Al no consumir azúcar con frecuencia, tu cuerpo se va a balancear a sí mismo brillantemente. Al comer azúcar todos los días, en cada comida, tu cuerpo terminará con un exceso de grasa abdominal.

3. Te mantiene con hambre.

Los azúcares, especialmente en la forma de líquidos como las bebidas, no producen saciedad.

4. Está en todo.

El azúcar es agregado a docenas de alimentos de los que no sabías, especialmente a opciones “saludables”. El reverso de tus cajas de cereal, mini muffins, refrescos y bocadillos saludables podrían sorprenderte.

5. Alimenta al cáncer.

Los científicos han observado que hay un alto número de moléculas de azúcar presentes cerca de las células cancerosas. Un estudio del 2013 de la Universidad de Copenhague muestra que el azúcar de hecho ayuda al crecimiento de células malignas.

6.  Te arruina tus dientes.

Múltiples estudios han relacionado la salud dental con el consumo de azúcar. Las bacterias en la boca se alimentan del azúcar y aumentan las posibilidades de hacer caries.

7. No contiene ningún valor nutricional.

No necesitas azúcar. No contiene ningún valor nutricional, ni nutrientes, ni minerales. Sólo contiene calorías.

8. Afecta tu cerebro.

El alto nivel de azúcar en la sangre ha sido relacionado con pérdida de memoria y deterioro cognitivo, en un estudio entregado por la Academia Americana de Neurología. Es decir, el consumo de azúcar puede conducir a un efecto dominó en el cuerpo que envejece el cerebro en forma prematura.

Referencias:

  • Ingesta de azúcares para adultos y niños”, Organización Mundial de la Salud (OMS).

  •   “76 efectos dañinos del azúcar”, Dra. Nancy Appleton, autora de “El Hábito del Azúcar”.

 

 

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